No pasa desapercibido. Su estilo llama poderosamente la atención, ubicado en Carrera 11, entre las Calles 81 y 82, con el número 1108, de ahí que tome parte de estos dígitos para adoptar su ya reconocido nombre: Edificio 8111, un extraordinario inmueble colombiano de vidrio y hormigón en la localidad de El Chapinero, en la capital Bogotá.
¿Qué lo hace tan especial? su nítida estructura, bautizada como “Diagrid”, por la combinación de las palabras diagonal y grid (cuadrícula en inglés), formulada por los arquitectos Daniel Bonilla y Marcela Albornoz, de la firma Taller de Arquitectura de Bogotá, quienes así lo explican en portales especializados de arquitectura:
“Como respuesta al código sísmico colombiano, el proyecto resolvió su estructura a través del sistema conocido como “diagrid” (diagonal-grid). Este diagrid representó una mayor eficiencia en la transmisión de cargas y esfuerzos y a su vez, se convirtió en la fachada misma del edificio.
“La composición a partir de esta gran malla estructural de hormigón permitió que se usara menos material y se pudieran formular diferentes secciones en la composición de las diagonales del edificio. En primer piso se propuso una doble altura que permitiera una mejor exposición visual en la llegada al edificio; a partir del segundo piso, se densifica la retícula. El gesto final lo dio una ligera fachada en vidrio que da absoluto protagonismo a este estilo”.
AMPLIOS ESPACIOS EXTERNOS E INTERNOS
Un volumen de vidrio limpio sobre pilares de cemento, cuya malla le imprime un aspecto contemporáneo al tiempo que protege al edificio de la actividad sísmica. La concepción de esta obra destinada al sector ejecutivo -con la renta y venta de oficinas-, reúne arquitectura, entendida como forma espacial interna y externa, con la estructura o sistema portante de la edificación.
El portal especializado Axxis lo destacó en su momento como uno de los edificios más destacados del año, y explicó que las diagonales son las encargadas, en un primer momento, de llamar la atención del peatón. “Gracias a la arquitectura de este proyecto, se disfruta de un espacio público generoso y bien pensado en la zona”.
Rodeado de una multiplicidad de actividades –comercio, oficinas, restaurantes, viviendas–, el proyecto responde a un contexto urbano, activo y diverso, por lo que a su lista de particularidades bien se le puede añadir la manera en que reacciona al entorno en El Chapinero: genera en su frente un espacio público amplio, limpio y generoso. Frente a él, a partir de un andén ancho y continuo -y de una textura de piso homogénea-, brinda al ciudadano un pequeño respiro en medio de lo caótica que puede llegar a ser la capital colombiana.
“¿Cómo hacer un edificio de oficinas singular?”, Daniel Bonilla admite que fue la pregunta que quisieron responderse en el Taller de Arquitectura de Bogotá, que estuvo a cargo del diseño y de la coordinación técnica. La respuesta fue esta gran obra, reconocida a nivel internacional en foros de arquitectura e ingeniería.
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