Fue el 18 de agosto de 2021 cuando Donald Charron, CEO de Kimball Electronics, en compañía del presidente de Servicios de Fabricación de Productos Electrónicos (EMS, por sus siglas en inglés) de la empresa, Steve Korn, realizaron la ceremonia de la primera piedra con que se daba el banderazo inicial a la construcción de la segunda planta de la firma en la zona industrial de Reynosa, en Tamaulipas, México.
El proyecto, con una inversión de 46 millones de dólares, se concretó exitosamente a tal punto que, aunque se preveía iniciar operaciones en la nueva planta para junio de este 2022, el proceso de construcción fue ágil y desde marzo se pudo ingresar ya al flamante edificio y empezar con la instalación de las líneas de producción.
Ahora tocó el turno de la ceremonia oficial de inauguración, en que los directivos de la empresa optaron por hacer coincidir las fechas a prácticamente un año de la instalación de la primera piedra, para darle mayor simbolismo al tradicional corte del listón, máxime que en este 2022 la compañía estadounidense cumple nada menos que 50 años de llegar a México.
Con la presencia de directivos del corporativo, autoridades locales e invitados especiales, se dio formalmente inaugurada la segunda planta de operaciones que ya ha generado 400 empleos, aunque la meta es crear 1,500 a largo plazo.
NOTABLE EXPANSIÓN
Con su primera planta, Kimball Electronics tiene una superficie de 69,000 m2, de los cuales 45,000 son dedicados a la manufactura. Ahora, con la expansión, se añadieron 73,000 m2 a la presencia de la firma en la zona industrial de la ciudad de Reynosa, en el estado norteño de Tamaulipas.
Originaria de Jasper, Indiana, Estados Unidos, Kimball Electronics se dedica a la fabricación de ensambles electrónicos para el mercado automotriz, médico, industrial y seguridad pública. Pero no siempre fue así. Su historia es muy interesante, pues al principio se dedicaban a fabricar pianos de cola, bajo el nombre de Kimco, y con esa actividad llegó a Reynosa.
Fue a inicios de la época de los años 80, cuando la electrónica empezaba a tener más presencia en el mercado, que la empresa dio un giro de 180 grados y demostró gran capacidad visionaria para adaptarse a los nuevos tiempos. De fabricar pianos, empezaron a producir arneses electrónicos para este instrumento, y así evolucionaron en el negocio de la electrónica, encaminándose hacia el sector automotriz y el piano quedó sólo como parte de la historia de la compañía.
Con la integración de la segunda planta, la fábrica de Kimball Electronics en Reynosa es la más grande de la compañía y la que tiene más años de presencia en la ciudad tamaulipeca. A nivel global, la firma estadounidense tiene presencia en Asia, Europa y Norteamérica, pero su sede en México es de tal importancia, que el mismo Don Charron compartió que el éxito continuo de la empresa es principalmente gracias al resultado del equipo que tienen en Reynosa.
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